Tonos de Gris Pintados en tonos de gris, carentes de cualquier adorno que distraiga la mirada y atrapando la luz para después distribuirla redirigida con una sola función: dejar ver

Haciendo caso a lo de la lista, al fin compré la moto.

Aparentemente, las motos pisteras en Costa Rica no tienen un gran mercado. Estaba buscando una pistera usada, relativamente nueva (del año 1997 para acá), y que no me quisieran sacar los ojos con el precio. Al final de cuentas, decidí que era mejor comprar una nueva. Primero que nada, estoy decidido a quedarme con mi carro hasta que algunos de los dos muera, especialmente con todas las modificaciones que se le estan haciendo, y si no lo hago ahora con mi moto, nunca voy a saber lo que es sacar un vehículo nuevo de la agencia. Y además, si voy a pagar una fuerte cantidad de dinero por una moto usada, prefieron ponerle unos poquito más de plata y tener la nueva.

Eso de sacar un vehículo de la agencia es toda una experiencia. El poder quitarle los plasticos a los asientos, ver el odometro en 0km, y saber que durante el próximo año cualquier fallo en la moto está cubierto por la garantía dan un sentimiento de tranquilidad y satisfacción.

El único problema que le he encontrado hasta el momento es tener que aflojar el motor. Como el motor está nuevo, las piezas que lo componen tienen que sufrir un desgaste para amoldarse las unas con las otras, y es preferible no acelerar demasiado el motor mientras este proceso se completa. Esto en palabras simples, significa que no puedo acelerar mucho mi moto hasta después de los 1500km.

Tantas cosas que hacer, tan poco tiempo. Una vez más, me cansé de planear mi futuro, y una vez más, digo que voy a vivir el presente

Quiero comprar una moto, sacar la licencia de buceo avanzado, sacar la especialidad de buceo nocturno, terminar de hacer mi casa (aunque esta si es más a futuro, me gustaría hacerlo ahora, pero la plata no da para todo), tirarme de un paracaídas, terminar las modificaiones del carro, todo esto entre muchas otras cosas, y cada vez que escucho de una tontera nueva se une a la lista.

Precisamente, ahí está el problema: no tengo una lista. Hay un montón de cosas que quiero hacer, y siempre digo que las voy a hacer, pero un par de días después se me olvidan y no las recuerdo hasta que vuelven a salir a la luz en alguna conversación, para otra vez prometerme a mí mismo que tengo que hacerlas.

Voy a hacer una lista de todas las cosas que quiero hacer, una lista a la que puedo agregar cosas, pero no quitarlas, simplemente tacharlas una vez que ya estén hechas. Solo espero que esta lista no sea una de esas cosas que voy a olvidar en un par de días

Hoy Pulpus sale en otro de sus viajes locos al otro lado del mundo. Por lo menos esta vez lleva toda la experiencia del viaje anterior.

Pulpito: Que te vaya bien en tu viaje a Bangkok, espero que esta vez no te roben todo, especialmente la cámara, para que puedas impresionarnos a todos con las fotos.

La próxima vez que me diga a mí mismo que no soy adicto al trabajo, me tengo que recordar a mí mismo que estoy en el trabajo a las 2:50 de la mañana.

Podría decir que nada se compara con la satisfacción de hacer un trabajo bien hecho, pero la verdad lo único que hago es pensar en mi sabrosa y calientita camita.

Por dicha ya estoy apunto de irme.